viernes, 2 de septiembre de 2022



La foto y después por Mirta Fernández 


  Era temprano, sabía que ella aun no estaría en el departamento, entró pensativo, ya en la sala encendió las luces de las lámparas, se quitó el abrigo, era una tarde fría y lluviosa, sacó del bolsillo de su pantalón el sobre que le había entregado el portero en cuanto lo vio llegar. 
  Estaba con sus pensamientos en cualquier parte, se sintió raro, como su de pronto la angustia lo invadiera y le recorriera todo su cuerpo. Entonces a su mente acudió la escena de aquella tarde de hace unos quince días atrás, era viernes o jueves, bien no lo recuerda, Diana le comunicaba que se iría el fin de semana con Eli su amiga de siempre, a Mar del Plata, se lo debo amor, había dicho, sabes que si no sale conmigo no tiene con quien hacerlo, podes aprovechar y salir a navegar con tu hermano, a mí mucho no me gusta acompañarte en otoño, era un buen plan, estuvo de acuerdo. Pero porque ahora pensaba en aquella tarde. Algo presintió. 
  Sí, ahora recordaba todo, cada palabra, cada gesto de Ella, analizaba el mínimo detalle, momento por  momento, ahí en sus manos temblorosas dentro del sobre estaba la respuesta a todo. 
  El aún no lo sabía. Sigue parado frente al ventanal. La vista es muy bella y más ahora que comienza a anochecer. Siente el temblor de sus manos, comienza a abrir el sobre, lentamente saca la fotografía que encuentra en su interior y ve a Diana sonriente, con esa sonrisa que demuestra la amplia dicha que vive en ese instante. Pero no la mira a ella, mira al hombre que en esa foto le está besando el cuello, el mismo que tantas veces él besó, hasta enloquecer de deseo. Bello y suave como ninguno. 
  Comprende. Junto a Diana esta su jefe, con quien comparte tantas horas diariamente. Amable, compañero, un jefe de diez según Diana.
  ¿Quién sacó la foto? ¿Quién se la envió?
  Poco a poco va tomando sentido. 
  Eli, la amiga inseparable, siempre al lado de Diana admirándola, alagándola como si Diana fuera perfecta. 
  Sí, ahora todo tiene sentido, una mala jugada de Diana y una coartada perfecta utilizada por Eli para destruirla.
  Se queda atónito, parado mirando hacia cualquier parte. 
  Diana llegó hace ya un rato, la observa, él no la escucho entrar. La observa como si observara el espectáculo de sus pensamientos, imagina que algo malo esta sucediendo. 
  Él se vuelve y la mira, sus ojos están llenos de lágrimas, cargados de rabia y dolor, quiere decirle tantas cosas, pero solo pasa a su lado sin hablarle. Necesita tomar aire, pensar, siente que va a enloquecer. 
  Diana camina hacia el ventanal, ahí sobre la alfombra ve la foto, la toma lentamente. 
  Comienza a comprender. 
  El destino jugó una doble partida.
  ¿Cuál es el después?


  

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