miércoles, 12 de mayo de 2021

 


"Una idea" de Irene Gitelman

Volvió a su lugar natal, luego de haberse marchado a la guerra, 4 años atrás. Francisco participó y sufrió penurias y pérdidas en esas duras batallas en el otro continente.

Pero un recuerdo hermoso lo mantenía vivo, esperanzado con su antigua novia del colegio.

Tras un breve descanso se dirigió presuroso y alentado al parque del centro de su pueblo: sitio preferido de los encuentros juveniles y cita de los primeros amoríos.

Seguro estaría ella, Julia con sus amigas.

En un banco frente a los juegos, la hallo; observando las piruetas de un pequeño niño, rubio de cerca de tres años, que retozaba alegremente.

Francisco pensó: ¿sería ella?,¿Cuándo formó pareja? ¿ quien sería el padre?.

Recordó entonces de otro joven mayor que ellos, abogado y de mejor pasar, Alfredo: hijo del principal empresario de la ciudad.

Lentamente se increpo y fue calculando el tiempo perdido que la había soñado, ahora todo se derrumbaba, no más ilusiones. Tomó una larga vara y se montó en su bicicleta, mientras recorría las calles , golpeaba con fuerza todas las verjas hasta que se estrelló contra el paredón de la iglesia; solo unos simples moretones y rumbeo a su casa.

Más calmado y luego de una reconfortante taza de chocolate, bien caliente, se puso a meditar ¿Cómo haría para hacer fracasar a Alfredo?.

Entonces se le ocurrió organizar un mal negocio que lo involucrara y así perdería su empleo y fama.

Subió a su habitación en el altillo y en su vieja cama se recostó, mirando las lejanas montañas ya nevadas. El espejo le devolvió una cínica sonrisa dibujada en su rostro.





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