domingo, 25 de abril de 2021

 


Una lectura lúcida por Matilde Robustelli

JUAN JOSÉ SAER   (SANTA FE 1937- PARÍS 2005) 

     Según Martín Kohan “el escritor más relevante de Argentina después de Borges” y según Beatriz Sarlo “el mejor escritor argentino de la segunda mitad del siglo XX. Estudió Letras en la Universidad Nacional del Litoral junto a la que fue su primera esposa: Biby Castellaro y ambos abrazaron la docencia, la que luego continuaron en París.

    Junto con Onetti, evidencian la influencia de William Faulkner (Tomatis). Toma del norteamericano la prosa trabajada con oraciones largas y el trabajo con los puntos de vista, combinándolo con detalladas descripciones de los espacios y la acción narrativa.

    UNIDAD DE LUGAR (1967) considerado como un texto de madurez dedicado a Biby Castellaro, trabaja la estrategia del espacio único, acotado a la vivienda y con algunas evocaciones de otros espacios transitados por familiares, pensados desde un sillón .Los personajes ante la imposibilidad de abarcar la realidad, recurren a la introspección, rellenando los vacíos con ficción.

SOMBRAS SOBRE UN VIDRIO ESMERILADO

    Primer cuento del libro mencionado. Aparece la voz de la poeta Adelina Flores, mujer de cincuenta y seis años, la que utiliza el discurrir de la conciencia para acercar al lector a sus reflexiones sobre la vida y el tiempo. La voz de Adelina es un espacio narrativo en donde se cuestiona la unidad de tiempo perdiendo validez el recuerdo como categoría porque el recuerdo surge en un presente destinado a convertirse también en recuerdo.

    Al dudar de la temporalidad y del espacio, el personaje sitúa su relato desde su sillón de Viena, herencia de su madre para intentar establecer su propia unidad de lugar. En el esfuerzo por darle sentido, la vida se convierte en literatura. Este personaje, como unidad corporal, se encuentra fragmentado al haber sufrido la amputación de uno de sus senos, esto ubica la unidad en un espacio confuso y equívoco. Es una mujer virgen de avanzada edad, ha vivido muy poco, sólo le queda superar su desconocimiento del mundo. Se pasea en un pasado y un presente en el que aparecen su hermana Susana, su cuñado Leopoldo, éste representa la sexualidad que ella nunca conoció, que sólo la percibe como sombra diferenciada tras el cristal de la puerta del baño. Sólo llena los espacios de su vida, desde la escritura que le permite revisar su pasado ( conflictos familiares) y su presente en la casa de su hermana y cuñado. dado que no pudo desarrollarse dentro de la sociedad, sólo le resta construir su vida dentro de su discurso.

    Tomatis, un poeta que conoce Adelina en un encuentro cultural le dice: ¿No piensa que ud misma lo ha matado? ( a su seno) Ud me cae simpática, Adelina. Ud debe fornicar más, Adelina, sabe, romper la camisa de fuerza del soneto porque las formas heredadas son una especie de virginidad…

    El último párrafo del cuento se titula ENVÍO en el que se incluye una reflexión acerca del sinsentido de la vida: ”Odiamos la vida porque no puede vivirse…Pero lo que tiene un núcleo sólido….no puede morir” Adelina cuestiona la visión patriarcal de la realidad, considera que la única forma de aprehender la realidad es verla desde un “cristal esmerilado”(la literatura) por el cual se puede especular sobre lo que está detrás de él, el cuerpo de Leopoldo, duchándose. Es la única sensualidad a la que Adelina puede aferrarse, lo más cercano a la vida.

    Es posible apreciar una segunda voz narrativa, mediante los paréntesis, podría interpretarse como la voz de un narrador oculto en la corporalidad del discurso, ahí aparece el nombre del cuento.

    Adelina en su libertad narrativa, resiste hacia el final configurar una voz propia mediante la cual resiste la presencia inmaterial del padre autoritario e instaura la esperanza: “Me parece muy justo que mamá odiara la vida. Pero pienso que si quiso decírmelo antes de morirse no estaba tratando de hacerme una advertencia sino de pedirme una refutación…

 

Matilde Robustelli





2 comentarios:

  1. Gracias Matilde por ampliar la mirada de los lectores de Saer.

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  2. Como siempre muy buena tu observación sobre el autor y su relato,gracias Matilde.

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