miércoles, 28 de octubre de 2020


"La palabra que sana"

Hoy escribe Nilda Alaimo...

                                                  "Tejido"

Tejido…

Espacio interno de la mujer…

De protección,,

De meditación…

Tejer es la progresión del tiempo

Destejer es la negación,

El telar va y viene sobre la tela

en ese gran tapiz de su vida.

Ensimismada,

es el momento de pensar.

Tejer es como vivir

hilos de distintos colores

pero los del corazón son invisibles a los ojos

cambian con lo cambios de la vida.

Cómo buscar esos hilos en su corazón?

Cómo hilar su propia vida?

Cómo encontrar su propio camino para seguir adelante ?

Tejido…

ese tejido la hace reflexionar

,le enseña a mirar su vida,

Los ovillos multicolores

La rueca que gira,

y su telar son como las armas

para encontrar su propio hilado,

su propio camino,

Dan orientación a su vida.





 

miércoles, 21 de octubre de 2020


"La palabra que sana"

Hoy escribe Norma Nélida Tozzi...
                            
                                       "Un rayo de luz"

    Un rayo de luz me llevó al pasado. A la casa familiar de la calle Rivadavia, donde funcionaba el pequeño taller de hojalatería. Y allí estaban los tres…

   Félix, con su eterno martillo golpeando sobre tachos, regaderas y baldes de cinc. En silencio, como siempre.

  Juancito, cebando mate como todas las tardes, con su rostro tan varonil y el cabello como nieve, a pesar de su juventud.

  Y estaba ella, con sus manos de seda y sus pasos silenciosos, como si tuviera alas en los pies. Juancito, dándole un mate espumoso como sabía que le gustaba, rozando su piel de seda le habló del viaje.

  Un viaje al futuro montando un caballo de estrellas, ¿a la luna? Un viaje imaginado e imaginario –donde solo estaríamos vos y yo, para amarnos hasta la muerte- le dijo en un susurro casi al oído.

  Fue entonces cuando Félix, que estaba doblando una chapa con su eterno martillo, de un salto y en silencio como un gato asustado, se acercó a Juancito y sin mediar palabra le destrozó la cabeza a golpes.

  Con cara de espanto, la mujer dejó caer el mate y retrocediendo buscó la salida. Allí, con un grito animal, desapareció de la vista.

  Félix esperó mucho tiempo quieto, no sabemos a quién, con su eterno martillo en la mano, viendo correr la sangre a sus pies.

  Solo sé que otro rayo de luz me trajo al presente.



 

miércoles, 14 de octubre de 2020

 


"La palabra que sana..."

Hoy escribe Amalia Alaimo...

"Odiseo"

Cuando Odiseo llego al reino de Ítaca, Penélope lo esperaba, de día tejiendo y destejiendo de noche.

El hombre se sintió atraído por la belleza de la hija de Esparta.

Ella le confesó que mientras él estaba en el destierro había tenido una relación.

Odiseo decidió tomar venganza y con una lanza y los dardos fue a buscar al adversario.

El despecho lo convirtió en un salvaje, matando a todos los pretendientes.

La sangre corrió por varias noches.

Ella les prometía a los pretendientes amor incondicional y los bienes de Odiseo.

Así como ella lo engañaba, él era un mentiroso. Sus argumentos convencían a todos, también a ella. 

La escritora Margaret Atwood púbica una versión alternativa del mito homérico, la esposa fiel asume el papel de protagonista y nos ofrece una alternativa distinta .Ella es una mujer contemporánea y esta dispuesta a contar la verdad.





miércoles, 7 de octubre de 2020

 


"La palabra que sana..."

Hoy escribe Matilde Robustelli...

                  "El sol detrás del limonero" de Angela Pradelli

     “El sol detrás del limonero”(2018), donde se tensa el límite entre narración y poesía. Lo expresó Guillermo Saccomanno: “la prosa es pura poesía y los poemas, puro relato”. La autora acude a un destacado autor de la temática inmigratoria, Antonio Dal Masetto: “Nuestra tarea es contar historias y recuperar aquello que llevamos en la sangre”.justamente éste es el cometido, recobrar la historia de los orígenes, en las montañas de Peli, pequeño pueblo en el norte de Italia. Hacia allí partió teniendo como guías de viaje las cartas que su abuelo recibía en Burzaco de su familia italiana y las que enviaba, que hablan del dolor del desarraigo, de esa perenne tristeza por no regresar, no volver a ver los rostros amados.”Somos narrados, hablados por el lenguaje””. Se escribe para entender la vida, para explicar lo que pasa. El abuelo es el puente entre dos mundos: el del origen y el de la apuesta del inmigrante en búsqueda de un mundo nuevo, de mayor libertad y crecimiento personal; que quizás nunca colmó las expectativas, por el desgarro significativo de nunca poder regresar, de no ver más a quienes se dejó en Italia.

    La trama encierra una historia impregnada de poesía, íntima, social: refleja la pobreza campesina, las guerras, el fascismo devastador, la resistencia, la genealogía de una inmigración cuyo duro nombre es exilio. Pradelli ahonda en una herida pero también piensa en la sutura .Es la narrativa de la identidad, rayana en lo poético, un estilo sobrio que pinta el mundo del inmigrante con palabras cargadas de significación, haciendo hablar al silencio, a las cavilaciones como en el mundo de la huerta, haciendo cómplices a las plantas del dolor y la esperanza que se renueva de la mano de la nieta como sempiterna acompañante.

   En “ El sol….Ángela aborda la memoria familiar entramada con duros procesos de adaptación y acomodación ( de campesino a trabajador del ferrocarril) frente a la dramática disyuntiva de abandonar el “paese” para buscar progreso, libertad y paz en nuevas tierras lejanas. El regreso será una quimera, siempre en el horizonte, que se aleja de las reales posibilidades; lo concretará la escritora para cerrar la experiencia vital iniciada por el abuelo y su propio territorio de sueños.

  La narrativa de Pradelli conduce a sus lectores por corredores fluidos hacia territorios nuevos, aprovechando para jugar con la contaminación de géneros entrelazada con la experiencia vital, involucrándolos de modo conmovedor. Es su camino hacia el origen, para remontar el árbol genealógico y escribir un texto mestizo con cartas, poemas, voces y testimonios, “ la escritura es pura libertad” declarará siempre; es fruto de la interioridad, de la profundidad y riqueza de sentimientos. Así demuestra cómo ese abuelo casi analfabeto, con herramientas mínimas puede plasmar con palabras la riqueza espiritual que lo caracteriza. Esta riqueza, asombró a la nieta, al leer las cartas,lazo con los amores que esperan en Italia, para ello trabajará duro para que su mujer e hijo (padre de Ángela) emigren para vivir juntos. La autora recuerda el Diario del abuelo “él fue el primero que anotó la herida en un cuaderno y me enseñó a apuntar el sufrimiento en los papeles”, la herencia escrituraria que recoge y enriquece. Ese cuaderno registrará la enorme nostalgia hacia los seres que quedaron tan lejos y se constituirá en el puente entre Italia y la Argentina, incluirá anécdotas, recuerdos, acciones, de acá y de allá.

  “El sol detrás del limonero” es una imagen repetida en tantas situaciones de inmigrantes, no abandonar la tierra, simbolizada por la huerta y aceptar a la industria, como la razón de supervivencia. El limón, el laurel, tan caros a los sentimientos inmigrantes, las frutas, las verduras, la vida, los ciclos de la naturaleza, el agua, ese rincón que permitía volver aunque sea de a ratos a los orígenes campesinos y a la unión con la propia tierra. Es el lugar de la nostalgia, de las canzonetas, de las lágrimas y de la aceptación de la realidad.

  La autora enlaza la historia de los orígenes, “el dolor queda para siempre”,con su viaje a Peli, el encuentro con la familia y las raíces, allí llega a comprender la vida,. leyendo las cartas y compartiendo recuerdos con sus primos. Es llegar dónde todo comenzó, una tierra donde la lengua es otra. Y agrega: “Tal vez he venido aquí, para esto, para que el cuerpo recupere el volumen y la densidad de todo lo que vive en nosotros sin palabras, la extensión del silencio”.

  La novela concluye con un magnífico remate lírico, la esencia de esta increíble Arte Poética que proclama la escritora como epílogo de su obra.

Algunos días llegan esos instantes

en los que un fuego conocido me trae fragmentos

de una poesía que me rodea desde la infancia.

Son como soplos que me devuelven al pasado

Y a una felicidad sin condiciones, libre de todo.

LA LENGUA VIENE HASTA MÍ PARA SALVARME…