Como si fuera
una lección de lingüística, Ángela Pradelli utiliza el lenguaje en su máxima
expresión en esta pequeña joya literaria: El sol detrás del limonero.
La historia, como otras miles, del inmigrante europeo que llega a nuestras
tierras.
Sensible, intensa, tierna; relata los sucesos ocurridos tanto en
Peli, pequeño pueblo italiano montañés y en Argentina: en alguna ciudad de la
provincia de Buenos Aires-
El nono, principal personaje, con sus reminiscencias de labriego, inculca
a su nieta del amor a las plantas, las formas de sembrar y cuidarlas: es un
lazo tan fuerte, como el de él con su familia italiana.
La narración del padecimiento de la segunda guerra, el horror, el
hambre, la muerte deja fuertes marcas.
La comunicación a través de las cartas es un hilo de unión para no
perder las raíces, los olores y sabores natales.
En todo el contenido del libro prevalece la poesía, como un canto a
la vida, sus colores, sus alegrías y penas.
Muchos nos vemos reflejados, es un toque acariciador al corazón, al
recuerdo, a nuestra infancia, a nuestros antepasados.
Las palabras van cayendo sobre nosotros, nos envuelven, nos aturden,
nos dan esperanza; se derraman sobre las páginas para que las tomemos y le
demos el significado de acuerdo a nuestro sentir y vivir.
Un libro que deja una impronta para siempre.
Excelente testimonio de la lectura del mes,me encantó y coincido plenamente con tu narración.
ResponderEliminar¡Qué buen trabajo! ¡Cuántas resonancias!
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