jueves, 28 de octubre de 2021

"El lenguaje de las piedras" de Nilda Alaimo

Esa tarde de sábado ,

Esa tarde de sábado triste,

fui a la plaza,

Si, a la plaza de las piedras.

Esas piedras grises,

de cuarzo, de basalto, de granito,

duras, resistentes, potentes…

que tienen y liberan energía.

No son solo piedras .

Albergan sentimientos,

Añoran recuerdos…

Piden respeto,

Lloran amor.

Son “ piedras vivas”.

Representan vidas que se fueron.

No son sólo piedras,

Son tumbas,

Son un santuario

Que abraza a quienes lloran,

Reflejos de soledad, de tristeza

Albergan una herida abierta.

Ese sábado,

Ese aciago sábado,

Fui testigo de la profanación

De quienes,

con actitud violenta, irracional,

mancillaron la memoria…

hirieron sentimientos,

pisotearon almas,

en una actitud nefasta,

cobarde, irracional .

¡Esas piedras hablan!

¡Esas piedras lloran!


Nilda Alaimo 25/10/21







 

jueves, 21 de octubre de 2021

 



"La ruptura" de Elena Poniatowska (Fragmento) 

 Ella sintió que las palabras aleteaban en el cuarto antes de que él las dijera. Con una mano se alisó el cabello, con la otra pretendió aquietar los latidos de su corazón. De todos modos, había que preparar la cena, hacer cuentas. Pero las palabras iban de un lado a otro revoloteando en el aire (sin posarse) como mariposas negras, rozándole los oídos. Sacó el cuaderno de cocina y un lápiz; la punta era tan afilada que al escribir rompió la hoja, eso le dolió. Las paredes del cuarto se estrechaban en torno a ella y hasta el ojo gris de la ventana parecía observarla con su mirada irónica. Y el saco de Juan, colgado de la percha, tenia el aspecto de un fantasma amenazante. ¿Dónde habría otro lápiz? En su bolsa estaba uno, suave y cálido. Apuntó: gas $18.00; leche $2.50; pan $1,25; calabacitas $0.80. El lápiz se derretía tierno sobre los renglones escolares, casi como un bálsamo. ¿Qué darle ole cenar? Si por lo menos hubiera pollo; ¡le gustaba tanto! Pero no, abriría una lata de jamón endiablado. Por amor de Dios, que el cuarto no fuera a oler a gas. 
 Juan seguía fumando boca arriba sobre la cama. El humo de su cigarro subía, perdiéndose entre sus cabellos negros y azules.




jueves, 7 de octubre de 2021

 

"Festival en Mar del Plata" de Norma Tozzi

 Cuando me avisaron que regresaban del Festival de Cine marplatense, fui a buscarlos al Aeroparque con mi camioneta, y de allí, partimos directo a mi chacra de Chascomús. Arribamos con una hermosa y soleada mañana de marzo.

Nos esperaban las habitaciones con sus mejores galas, como yo había dispuesto de antemano, y había ramos naturales en cada rincón de la casa. El aire tibio entraba por las ventanas y las cortinas de algodón ponían la nota hogareña.

Apenas llegamos, Antonio se ofreció para encender el fuego y ayudar con el asado, Ángela demostró interés en acondicionar las diversas ensaladas en las bellas piezas de Talavera, y a Penélope le tocó la tarea de disponer la vajilla en la mesa del patio entoldado, cercano a la piscina.

Leticia, Lito y Ricardo serían los anfitriones, ya que eran amigos comunes míos y de ellos.

Luego del almuerzo, nadie quiso ir a descansar. Prefirieron tomar el café al borde de la piscina, con los dulces criollos hechos por Dominga, para más tarde darse un chapuzón.

Discurrió la velada entre anécdotas, risas y momentos de nostalgia.

Pasaron dos días. Al tercero, Antonio Banderas, Ángela Molina y Penélope Cruz, partieron hacia Ezeiza para abordar el vuelo de Iberia. Los acompañaron Leticia Brédice, Lito Cruz y Ricardo Darín en sus lujosos coches.

¡Fueron días realmente inolvidables! Pero cuando partieron, como ocurre siempre que uno fue feliz, quedó en la casona una leve sensación de vacío…

Mi marido, no sé en qué momento, sacudiendo mi brazo me dijo amorosamente – ¿con quién soñabas, que primero sonreías y luego parecías angustiada? Y te quería preguntar ¿quién dejó en la cocina una caja de alfajores de Mar del Plata?